¡El reino secreto bajo tus pies: El fascinante mundo de los hongos del suelo y la alquimia de la regeneración!
- Priya

- 14 jul
- 4 Min. de lectura
¿Alguna vez te has detenido a pensar en la intrincada red de vida que se esconde justo debajo de la superficie que pisas? Mientras caminamos por un sendero en un bosque o cultivamos en nuestro jardín o finca, hay un universo microscópico lleno de actividad, y los hongos del suelo son, sin duda, los maestros de orquesta de esta sinfonía subterránea. Lejos de ser solo esas setas efímeras que brotan después de una lluvia, la inmensa mayoría de los hongos del suelo existen como una vasta y compleja red de filamentos microscópicos llamada hifas. Esta intrincada red puede extenderse por kilómetros en un solo gramo de tierra, formando lo que algunos científicos han denominado el "internet biológico" del suelo, el verdadero cerebro oculto de la naturaleza.
Los hongos del suelo. ¿Por qué son tan importantes estos pequeños héroes para la vida en la tierra?
Su papel en la regeneración del suelo y el sustento de la vida vegetal es tan fundamental que, sin ellos, gran parte de los ecosistemas terrestres que conocemos simplemente no podrían existir. Piensa en ellos como los arquitectos, los recicladores y los proveedores de servicios esenciales del mundo subterráneo:
Los descomponedores inagotables: La función más visible y vital de los hongos es su capacidad como descomponedores primarios. Imagina un bosque donde las hojas caídas, las ramas muertas y los restos de animales se acumularan indefinidamente. Sería un desorden. Los hongos, a través de sus poderosas enzimas extracelulares, son los encargados de desmantelar esta compleja materia orgánica muerta. Rompen la celulosa, la lignina y otras moléculas resistentes, transformando estos "desechos" en nutrientes simples y biodisponibles. Este proceso de descomposición es la piedra angular del ciclo de nutrientes, asegurando que los elementos esenciales regresen al suelo para ser utilizados una y otra vez por nuevas generaciones de plantas. ¡Son la cuadrilla de limpieza más eficiente y silenciosa del planeta!
Los aliados secretos de las plantas, las micorrizas: Una de las relaciones más extraordinarias y simbióticas en la naturaleza es la formación de micorrizas. ¿Qué significa esto? Básicamente, es una asociación mutuamente beneficiosa entre las raíces de la mayoría de las plantas (sí, la mayoría, ¡más del 90%!) y ciertos tipos de hongos. Las hifas del hongo se extienden mucho más allá de lo que las raíces de la planta podrían alcanzar por sí solas, actuando como una vasta extensión de su sistema radicular. Con esta red fúngica amplificada, la planta puede acceder a una mayor cantidad de agua y, crucialmente, a nutrientes que de otro modo serían inaccesibles, como el fósforo y el nitrógeno, a menudo "fijos" en el suelo. A cambio de este servicio vital, la planta proporciona al hongo azúcares y otros compuestos orgánicos producidos a través de la fotosíntesis. ¡Es una colaboración perfecta donde ambos socios prosperan, fortaleciendo la resistencia de las plantas a enfermedades y sequías! Hay estudios que indican que esta simbiosis permite la conexión y comunicación entre plantas, avisándose entre sí si hay enfermedades o incendios que se avecinan.
Los ingenieros de la estructura del suelo - uniendo el mundo subterráneo: Las hifas de los hongos del suelo no solo exploran en busca de nutrientes y agua; también actúan como una especie de "pegamento" natural y una red de soporte para las partículas del suelo. Al entrelazarse entre los agregados del suelo, las hifas ayudan a unir estas partículas, mejorando drásticamente la estructura del suelo. Un suelo con buena estructura tiene los espacios adecuados (poros) para que el agua se infiltre, el aire circule (esencial para la respiración de las raíces y otros microorganismos) y las raíces crezcan sin obstáculos. Esta agregación del suelo también lo hace más resistente a la erosión por el viento y el agua, un beneficio incalculable, especialmente en regiones con pendientes o lluvias intensas como las de Ecuador. Adicionalmente, los hongos son los productores de la glicoproteína llamada glomalina, esta favorece la formación de agregados. La glomalina se encuentra en abundancia en las hifas y las esporas de los hongos micorrícicos arbusculares (MA), en la materia orgánica del suelo y en las raíces.
Catalizadores del ciclo de nutrientes: En resumen, al descomponer la materia orgánica, al formar asociaciones micorrízicas y al mejorar la estructura del suelo, los hongos son piezas maestras en el ciclo de nutrientes de cualquier ecosistema. Aseguran que los elementos esenciales como el carbono (Ca), el nitrógeno (N), el fósforo (P) y otros micronutrientes estén constantemente disponibles y se muevan eficientemente a través de la cadena alimentaria del suelo, desde los microorganismos hasta las plantas y, finalmente, a los animales que se alimentan de ellas, incluidos nosotros.
La próxima vez que camines por un campo fértil o admires la exuberancia de un bosque, recuerda que debajo de tus pies hay un reino vibrante de hongos trabajando incansablemente. Son los superhéroes invisibles que orquestan la fertilidad del suelo, permiten que las plantas prosperen y, en última instancia, sustentan toda la vida en nuestro planeta. ¡Un verdadero tesoro microscópico!
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